Hasta la década de los 60 la alimentación fué muy básica, y sana. El modelo de auto-consumo era muy extendido y pocos alimentos se compraban. La elaboración y transformación de los productos sembrados en las huertas, o del ganado criado en casa, era suficiente para la subsistencia.
Tambien hay que tener en cuenta que los medios económicos eran muy escasos, y después de una guerra civil y una larga posguerra, esta escasez se acrecentó.
Afortunadamente, Torreblanca, siendo un pueblo agrícola, pegado al mar, con excelente tierra, agua y temperatura, pudo alimentar mejor a sus habitantes.
Por eso es fácil escuchar la frase, que per açi estem en la millor terreta del mon! o estem en el rovellet de l'ou!. (Estamos en la mejor tierra del mundo, o, Estamos en la yema del huevo)
MATANZA DEL CERDO - Y OTROS
Para Navidad solía hacerse la matanza del cerdo, porc. Era un gran evento que reunía a toda la familia y vecindario. Con aquella matanza se llenaba la despensa de la casa con una cantidad importaba de comida que bien administrado, podia durar todo el año: jamón, tocino, embutido, morcillas, fritos, etc...
En ocasiones las familias criaban dos cerdos, uno para su venta, y otro para auto-consumo.
La matanza significaba bastante trabajo de preparación, tanto con la limpieza de todas las herramientas como la cocción de las cebollas (para preparar las morcillas de cebolla) como de los cuchillos para dar muerte y su posterior despiece. Del cerdo se aprovechaba todo, conservándolo poniendo sal en las partes mas grandes, y el resto se picaba, se mezclaba con especies y se dejaba secar para la confección de longanizas y chorizos. Otra forma de conservarlo era friéndolo y guardándolo en aceite. En aquellos tiempos no existían los conservantes, ni las neveras.
Las gallinas también contribuían a la alimentación familiar. Las jóvenes abastecían de huevos, y las viejas servían como carne y para preparar caldos. Los conejos también contribuían a la alimentación, por la rapidez en su reproducción y su bajo coste de mantenimiento.
LA OLLA
Es el plato por excelencia: l'Olla Torreblanquina. Los productos derivaban de la matanza y pollo, añadiendo judías blancas, garbanzos, cardos, o judías verdes y patata.
LA PAELLA se confeccionaba con pollo y conejos criados en casa, ademas de las verduras de las huertas.
EL EMPEDRADO se hacia también con arroz, pero con judías blancas y bacalao (en aquellos tiempos el bacalao era un producto muy común, muy barato y se podía conservar todo el año, por eso era fácil encontrar colgando en la cocina, algún que otro bacalao)
EL PAN se elaboraba en casa, una vez a la semana, y duraba todos esos días en perfecto estado y sabor. Se utilizaban los cereales de la tierra, como trigo, cebada, maíz, e incluso garbanzos. Los agricultores llevaban los cereales a molerlos a un molino, tamizandolos para separar la harina del segó (salvado).
Otra receta para el pan era mezclar boniatos o patatas trituradas, asi se cambiaba de textura y sabor. El pan se amasaba en casa, añadiendo el rent que tenían guardado de la semana anterior. Lo dejaban reposar, llevándolo seguidamente a los hornos del pueblo. Los hornos eran de leña, enormes y contaban con una puertecita que se abría para entrar la masa del pan o les llandes con la repostería.
Para ese menester el panadero utilizaba una pala de madera, con un largo mango, que facilitaba alcanzar la pieza dentro del horno, ya que éste era enorme, y la base iba rodando.
Entrar en uno de esos establecimientos era una delicia, por los aromas que continuamente se desprendían, al entremezclarse tantos tipos de masas diferentes, pero deliciosas y artesanales todas.
SI PUEDES AÑADIR MAS INFORMACION PARA COMPARTIR, ENVIANOSLA POR EMAIL Y LA PUBLICAREMOS EN TU NOMBRE. GRACIAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario